Supervisado por: Dr. Alejandro Casillas
Desde tiempos muy antiguos el hombre ha tenido necesidad de expresarse, manifestando aquello que lo mueve emocionalmente. El teatro ha sido una de las vías artísticas más relevantes a través de las cuales el ser humano ha logrado expresar y canalizar sus emociones. Los griegos fueron los primeros en establecer las pautas y escenarios para la actuación, brindando una puerta creativa para el individuo y aquello que desea comunicar.
En su libro “Los dioses y diosas griegos viven en tu interior'', Martín González nos habla de cómo el teatro permitía la descarga emocional desde su concepción; “En los primeros tiempos sólo había un actor y allí en mitad de la escena comenzaba a interpretar los papeles de las energías que llevaba dentro. No había argumento, era un medio de Catarsis (katharsi) que significaba purificación, mediante una especie de reconocimiento público de sus miedos y debilidades donde los asistentes acompañaban internamente esta confesión.” Estas interpretaciones “catárticas” comienzan a conocerse como ‘Teatro Iniciático’ ya que servían “una función transformadora porque no era solamente la interpretación de un actor, fundamentalmente consistía en el reconocimiento por parte de todos los presentes de las energías internas. El actor actuaba como un espejo de cada espectador.” Lo que más resalta de estas funciones era que “de algún modo iniciaba a estados diferentes del alma” y buscaban lograr que cada espectador y participante “... saliera de cada representación un poco más rico de lo que había entrado, rico como ser humano, rico en comprensión y en evolución”.
Para inicios del siglo XX con el surgimiento del psicoanálisis, empieza a nacer la herramienta terapéutica que hoy conocemos como Psicodrama. Richard Von Meerherimb (1825- 1896) dio inicio a esta técnica, creando la Sociedad Literaria de Psicodrama en 1892 para cultivarla y darla a conocer. Sin embargo, a quien debemos la creación formal y difusión a nivel mundial de esta práctica años más tarde es al psiquiatra y psico-sociólogo rumano, Jacob Levy Moreno (1889- 1974).
Para saber en qué consiste y qué aspectos cubre el Psicodrama, es importante empezar por su significado. Para la Asociación Americana de Psicología (APA) el psicodrama es un “método o técnica de psicoterapia donde intervienen un protagonista, auxiliares y un director o terapeuta” (2007). Esta definición se queda corta, ya que aún no se habían reconocido científicamente las bondades de esta práctica terapéutica.
El Psicodrama de Levy Moreno aplica la expresión dramática y el juego teatral por medio de la improvisación, ya que no hay un guión preparado, excepto por el contexto de lo vivido por el protagonista, siguiendo las bases del psicoanálisis. Desde sus palabras,“Lo que el teatro hace para unos pocos hombres, el psicodrama lo hace para cada uno”. En el Psicodrama interviene el cuerpo en acción e interactúa con otros teniendo la posibilidad de que afloren las emociones y sentimientos que van apareciendo ante las situaciones que se presentan por medio de la espontaneidad y creatividad.
¿Qué encontrarás en una sesión de Psicodrama?
Una sesión de Psicodrama puede ser individual o grupal. En ambas modalidades se hacen presentes los mismos elementos:
1. Caldeamiento: Consiste en un espacio para crear confianza y seguridad por medio del juego creativo o de la palabra permitiendo que surja un tema sobre el cuál se podrá profundizar.
2. Dramatización: El protagonista acciona en el “aquí y el ahora” sus vivencias, sueños, conflictos y deseos explorando acontecimientos importantes de su historia y así permitiéndole reintegrarlos de una nueva manera.
3. La catarsis de integración: El acto de comprensión que da pie a la transformación, permitiendo que el participante libere roles anclados y de el salto a nuevas conductas y formas de vincularse.
4. Compartir: La persona o el grupo comparte, desde su vivencia, las sensaciones que experimentó sin juicio o crítica.
Las técnicas utilizadas en el Psicodrama
Durante la fase de acción existen diversas técnicas que facilitan la conciencia del participante:
Cambio de Roles: El protagonista abandona su propio rol para el interpretar el de una persona significativa en su vida. Esto ayuda al protagonista a conocer el punto de vista del otro y despierta su empatía.
Reflejo: El protagonista se convierte en observador, mientras que otros participantes (egos auxiliares) toman su lugar actuando como un evento para el protagonista. Esta técnica ayuda cuando éste se percibe alejado emocionalmente de la escena o con sentimientos negativos.
Duplicación: Un miembro del grupo recrea los movimientos, pensamientos y conductas que podría tener el protagonista con el fin de crear empatía. La intención es desafiar las acciones del protagonista de una manera constructiva, más no agresiva. Esto se hace de una manera constructiva, sin que resulte agresiva, pero sí desafiante si lo escena o las acciones del protagonista así lo requieren.
Soliloquio o Monólogo: El protagonista relaciona sus sentimientos y pensamientos internos con la audiencia y lo puede hacer con ayuda de un doble o con el apoyo del director. (Terapeuta).
¿Quiénes intervienen en el Psicodrama?
Escenario: Área donde se llevará a cabo la acción.
El Director: El facilitador o terapeuta, mismo que va siguiendo la iniciativa que tomó el protagonista.
Egos Auxiliares: Jugadores elegidos por el protagonista que ejercerán un rol en el drama del protagonista.
Audiencia: El grupo que presencia la acción y de donde surgen los roles que se seleccionan.
El Psicodrama puede aplicarse en diversas áreas como la psicopedagogía, los grupos de crecimiento personal y de apoyo y la psicoterapia individual, grupal y/o familiar. Podemos concluir que es una herramienta útil para lograr resignificar la vivencia del paciente y así contribuir hacia su evolución personal.
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