Supervisado por: Dr. Roberto Musi
Desde las culturas antiguas se ha reconocido la importancia que tienen los ancestros en nuestras vidas. Todos tenemos madres, padres, abuelas, abuelos, bisabuelas, bisabuelos y así la lista podría continuar. Sin embargo, ¿eres consciente de la influencia que tienen sobre tu vida? Descúbrelo en este artículo y ábrete a sentir la experiencia de conectar con tus raíces.
Los ancestros son los miembros que nos antecedieron en nuestro sistema familiar, que vivieron una historia y tejieron caminos para que hoy, tú y yo podamos estar en este espacio-tiempo de la existencia. Muchos de los comportamientos y sentimientos que experimentamos no pertenecen a nuestra historia personal, sino que sus causas se encuentran en alguna lealtad familiar que busca reavivar algún conflicto para que sea reparado y liberado.
Conectar con tus raíces implica reconocer que así como hay luz en tu árbol genealógico, también hay una sombra que en muy pocas ocasiones se deja ver. Es aquella información inconsciente que se va transmitiendo de generación en generación hasta que un miembro de la familia la cuestiona, buscando alternativas para hacer las cosas de diferente manera. Cuando comenzamos a hacer consciencia sobre lo que está ocurriendo en nuestro sistema, particularmente sobre los patrones repetitivos de enfermedades, abusos, adicciones, carencias y otros temas que pudieran estar interfiriendo en nuestra autorrealización, nos encontramos con la necesidad de emprender un camino de sanación, y para esto, existen las Constelaciones Familiares.
La Constelación Familiar es una forma de terapia sistémica y de grupo desarrollada por Bert Hellinger. Nacido en Alemania en 1925, estudió filosofía, teología y pedagogía. Además, trabajó como misionero en Sudáfrica durante 16 años. Sus vivencias, aunadas a sus investigaciones y estudios en psicoanálisis, dinámica de grupos, análisis transaccional, fenomenología, sensibilización gestáltica y diversos métodos de hipnoterapia, lo condujeron a desarrollar su propio modelo de terapia sistémica, dando como resultado el nacimiento de las Constelaciones Familiares.
El enfoque de las Constelaciones Familiares parte de dos premisas importantes: 1) los sucesos que ocurrieron en la familia hace generaciones pueden transmitirse del pasado al presente manifestándose como los problemas que tenemos hoy en día (depresión, ansiedad, hábitos poco saludables, etc.) y, 2) las relaciones familiares son el principal elemento con el que podemos trabajar para sanar y dar a luz al conflicto que tiene la persona.
Durante la constelación, que puede ser grupal individual mediante el uso de muñecos, objetos o papeles, se busca comprender la dinámica familiar y trabajar sobre el evento relevante que ocurrió en el pasado. Podrían ser sucesos violentos o traumáticos como fallecimientos, muertes violentas o violaciones. El proceso es guiado por el facilitador, y cada miembro de la constelación representa a un familiar del consultante y a él mismo. En este espacio se busca reescenificar determinados contextos sistémicos.
Cada representante, colocado en su espacio, debe moverse a donde crea guiado por una “fuerza” que no es la suya propia sino el alma del familiar que está siendo representado. Asimismo, se expresan las sensaciones corporales y emocionales que le produce ese lugar para así verbalizar lo que se conoce como frase sanadora. Por ejemplo, “en tus asuntos no me meto, te respeto y no te juzgo”. A través de este método se ayuda a completar las causas pendientes, entregando a cada persona su responsabilidad y su lugar dentro del sistema familiar, solucionando así lo no resuelto por los anteriores miembros del árbol genealógico.
Una manera en la que el Dr. Roberto Musi, especialista en la terapia de Constelaciones Familiares y profesor del IMP, explica la vivencia de esta terapia es mediante una de las premisas de Carl Gustav Jung: “todos somos todo”, o con el precepto budista que expresa: “todos somos un Buda iluminado, lo único que nos hace falta es darnos cuenta de ello”. Así, aunque solo seamos observadores del proceso de la constelación de otro consultante, nos conecta de forma profunda con nuestras propias vivencias porque “todos estamos conectados”.
Las constelaciones familiares constituyen una de las herramientas terapéuticas más eficaces para sanar y reorientar las relaciones familiares desde el origen, honrando, redefiniendo y reconciliándonos con el sistema que nos dio un lugar para nacer. ¿Qué piensas tú? ¿Ya identificaste tus patrones familiares que estás repitiendo? Te invito a indagar en tu interior, escucharte para conocer más sobre tus antepasados y sanar en consciencia.
"todos somos un Buda iluminado, lo único que nos hace falta es darnos cuenta de ello"...Así, aunque solo seamos observadores del proceso de la constelación de otro consultante, nos conecta de forma profunda con nuestras propias vivencias porque “todos estamos conectados”.
-Dr. Roberto Musi
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